El Marco de Jerez se encuentra situado en el noroeste de la provincia de Cádiz, la más meridional de la península Ibérica. Enclavada en la costa atlántica y enmarcada por los ríos Guadalquivir y Guadalete, se trata de una región privilegiada, en la que se concentra la esencia más pura del carácter de la Baja Andalucía. Al norte, el imponente cauce del río Guadalquivir y sus marismas y, más allá, la extraordinaria reserva natural del Coto de Doñana. En el sur, los viñedos se mezclan con salinas y pinares. Hacia el interior, las suaves colinas cada vez se hacen más escarpadas, anunciando su proximidad a la serranía de Cádiz. Y a poniente, el mar. Lugar destacado ocupa también la costa atlántica, que desde Sanlúcar a Chiclana impregna con su influjo a todo el Marco de Jerez, aliviando con sus brisas el calor de los largos días de verano.
Las benignas condiciones climáticas y los recursos de la zona propiciaron asentamientos humanos en la zona desde la más remota antigüedad. Hoy, un buen número de importantes localidades festonan la región, a escasos kilómetros unas de otras. Nueve de ellas poseen en sus respectivos términos municipales viñedos acogidos a la Denominación de Origen: Jerez de la Frontera, El Puerto de Santa María, Sanlúcar de Barrameda, Chiclana de la Frontera, Chipiona, Puerto Real, Rota, Trebujena y Lebrija, localidad ésta última perteneciente a la provincia de Sevilla.
Jerez de la Frontera es la principal de las ciudades del Marco y capital de la región vinícola a la que da nombre. Asentada en una de las múltiples colinas que dominan la amplia campiña de tierras albarizas, a caballo entre la cercana serranía y las ciudades costeras. A pocos kilómetros de Jerez, en la confluencia del río Guadalete con la cercana Bahía de Cádiz, se asienta El Puerto de Santa María. Más al norte, en la desembocadura del río Guadalquivir y frente al impresionante Coto de Doñana, se encuentra Sanlúcar de Barrameda, el otro vértice del mítico triángulo del Jerez y lugar de origen de la Manzanilla.
No lejos de Sanlúcar, río Guadalquivir arriba, se encuentra la localidad ribereña de Trebujena, tierra de viticultores desde tiempos remotos. Los viñedos situados más al norte de la región entran ya en el término municipal de Lebrija, que aunque perteneciente a la provincia de Sevilla, comparte con las localidades vecinas del sur su antigua tradición vinatera. En el extremo más occidental de la provincia de Cádiz se sitúa Chipiona, que es el hogar preferido de una de las variedades más emblemáticas de la viticultura del Marco: la moscatel. Algo más al sur, enmarcando ya la Bahía de Cádiz por el norte, se encuentra la villa de Rota, tierra de huerta y de viñas desde tiempos inmemoriales. Al sur de la Bahía, cerca de los históricos asentamientos de Sancti Petri, el término municipal de Chiclana de la Frontera acoge los viñedos más meridionales del Marco. Finalmente, muy cerca de Chiclana y dentro ya del área de la Bahía de Cádiz, se encuentra Puerto Real, localidad cuyo término municipal está igualmente salpicado de viñedos.
La Zona de Producción de los vinos amparados por las Denominaciones de Origen Jerez-Xérès-Sherry y Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda está formada únicamente por estos nueve municipios y sólo sobre los viñedos situados en terrenos que el Consejo Regulador considere adecuados se puede producir uva para la elaboración de vinos de Jerez y Manzanilla. En la actualidad la Zona de Producción ocupa unas 7.000 hectáreas. Dentro de la Zona de Producción se distingue la tradicionalmente designada como Jerez Superior, integrada por las viñas plantadas en tierras de albarizas que por la constitución físico química de las mismas, su situación y características climatológicas son las idóneas para la producción de vinos de calidad superior.
Otra importante delimitación geográfica es la llamada Zona de Crianza, también conocida como el Triángulo del Jerez. Sólo en las ciudades de Jerez de la Frontera, El Puerto de Santa María y Sanlúcar de Barrameda puede completarse el proceso de crianza de los vinos amparados por la Denominación de Origen Jerez-Xérès-Sherry y por tanto sólo en estas ciudades se encuentran las llamadas Bodegas de Crianza. En el caso de la Denominación Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda, la correspondiente Zona de Crianza se limita exclusivamente a esta ciudad. Aunque la materia prima (uva o vinos base) para la Manzanilla puede provenir de cualquier lugar dentro de la Zona de Producción, el proceso de crianza debe de llevarse a cabo en Sanlúcar de Barrameda. Las especiales condiciones microclimáticas de esta ciudad, situada en la desembocadura del río Guadalquivir y a escasa distancia del Coto de Doñana, confieren a los vinos elaborados en sus bodegas mediante crianza bajo velo de flor unas características peculiares y diferenciadas del resto de los Vinos de Jerez.
Las bodegas situadas en el resto de la Zona de Producción suelen producir mostos y vinos que luego son transferidos a las bodegas de la Zona de Crianza. No obstante también puede producir y comercializar su propio vino bajo el nombre de cada localidad.
La viticultura que se practica en una zona determinada es la base fundamental de las características de sus vinos. Así sucede en la viticultura milenaria del Jerez, en la que, junto al indudable protagonismo de los factores naturales que proporcionan el suelo y el clima de la zona, destaca sin duda el factor humano. Sucesivas generaciones de viticultores que a lo largo de los siglos han ido seleccionando y estableciendo conceptos y doctrinas sobre el manejo de la tierra y de la cepa que han llegado hasta nuestros días.
El clima de la zona del Jerez es cálido, como consecuencia de su baja latitud, ya que se trata de una de las regiones vitivinícolas más meridionales de Europa. La zona cuenta con veranos secos y altas temperaturas, lo que provoca una alta evapotranspiración, aunque la cercanía del Océano Atlántico dulcifica y humedece el ambiente, especialmente durante las noches. La primavera y el verano, a lo largo de los cuales tiene lugar el ciclo vital de la viña, se ven sometidos a los vientos dominantes conocidos como de Poniente y de Levante. El primero es fresco y húmedo (llega a alcanzarse el 95% de humedad) mientras que el segundo es caluroso y seco (con niveles de humedad en torno al 30%).
La temperatura media anual es de 17,3ºC, con inviernos muy suaves en los que rara vez hiela y veranos muy calurosos, con temperaturas frecuentemente por encima de los 40º. La zona disfruta de un promedio anual de horas de sol efectivo muy alto, entre 3.000 y 3.200. La pluviosidad es relativamente alta, con una media de unos 600 litros por metro cuadrado de lluvia al año, que se registran especialmente en otoño e invierno. Salvo en años señalados, esta cantidad de agua es suficiente para el buen desarrollo de las cepas, ya que se ve complementada además por los importantes rocíos nocturnos que aporta el vecino Océano Atlántico. Hay que señalar que la climatología no es igual en todo el Marco del jerez, con diferencias más o menos marcadas entre las distintas subzonas, términos o pagos que lo componen, especialmente en lo que hace referencia a la continentalidad de los mismos.
El Marco de Jerez presenta horizontes abiertos, suavemente ondulados, de colinas o cerros de escasa pendiente con una inclinación entre el 10 y el 15%, cubiertos de una tierra caliza que en los meses secos resulta deslumbrantemente blanca: la albariza. Esta marga blanda aflora en la superficie en la parte alta de las colinas, dando lugar al paisaje característico de las viñas del Jerez. La albariza es rica en carbonato cálcico (pudiendo contener hasta un 40%), arcilla y sílice, procedente ésta de los caparazones de diatomeas y radiolarios presentes en el mar que ocupó esta zona durante el período Oligoceno. La albariza más fina, con mayor proporción de caliza y elementos silíceos, proporciona los vinos más selectos y solicitados del Marco de Jerez. Las características más importantes de este suelo son su alta capacidad de retención de humedad, almacenando la lluvia caída en invierno para nutrir la cepa en los meses secos, además de que son pobres en contenido orgánico y que por su color blanco son capaces de reflejar una gran parte de la radiación solar. De estructura hojosa, en los períodos lluviosos la albariza se abre como una esponja, absorbiendo gran cantidad de agua. Posteriormente, con la llegada del calor, las capas superficiales del suelo se compactan, evitando así la evapotranspiración que produce la alta luminosidad de la zona. La albariza es fácil de labrar y por su alto poder retentivo de la humedad permite una excelente distribución del sistema radicular, habiéndose detectado raíces en las tierras de albarizas a hasta 6 metros de profundidad y con longitudes de hasta 12 metros. En la actualidad la mayoría de los viñedos de Jerez están plantados sobre este suelo.
Existen en el Marco otros tipos de suelos también destinadas a la producción de Vinos de Jerez, aunque en porcentajes menores, llamadas barros y arenas. Los barros son suelos predominantemente arcillosos con contenidos menores de caliza y más materia orgánica que la albariza, lo que contribuye a su color oscuro. Se encuentran más frecuentemente en las zonas bajas de las colinas y en las vaguadas. Las arenas, típicas de las zonas costeras, están compuestas de una combinación de arena y arcilla. Pueden ser suelos ricos en óxido de hierro, lo que les confiere un color rojizo, o simplemente arenas de costa. Tienen poco o nada de caliza en su contenido y son especialmente aptos para cultivar moscatel.
Tradicionalmente los viticultores jerezanos han dividido la zona de producción en pagos, considerándose como tales a cada pequeña zona de viñas, con tierra y mesoclimas homogéneos, y delimitadas por accidentes topográficos. Algunos pagos famosos son los de Carrascal, Macharnudo, Añina y Balbaína. Se ha llegado a diferenciar más de 300 pagos en todo el Marco.
Si deseas saber más sobre los diferentes vinos de Jerez puedes leer los artículos que le hemos dedicado a los Vinos Generosos, Vinos Dulces Naturales, Vinos Generosos de Licor y Vinos VOS y VORS. También puedes consultar la web oficial del Consejo Regulador del Marco de Jerez, Vinos de Jerez, Sherry Wines.
Fuente: Consejo Regulador del Marco de Jerez.