En Burdeos, la tipicidad de un cru se transmite generalmente a través de una mezcla de variedades. Las variedades permitidas y plantadas en la región son en el caso de las tintas, Merlot, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Petit Verdot y Malbec. A su vez las variedades blancas son Semillon, Sauvignon Blanc y Muscadelle.
Hasta el siglo XVIII la lista de variedades cultivadas era mucho mayor y probablemente superaran las 60. Tras la Filoxera algunas desaparecieron completamente y otras se redujeron drásticamente o quedaron reducidas a una presencia testimonial. Al mismo tiempo Merlot incrementó significativamente su superficie con Cabernet Sauvignon reforzando su presencia, particularmente en Médoc.
En tiempos recientes Merlot ha continuado aumentando su presencia pero quizá el cambio más significativo en el viñedo sea el desplazamiento hacia las variedades tintas. Hasta los años 70 del siglo pasado el viñedo prácticamente se repartía entre variedades tintas y blancas pero en la actualidad las tintas representan casi el 90% de la superficie plantada.
Variedades Tintas
Cabernet Sauvignon: Variedad clásica del Médoc y hasta cierto punto también de Graves. Cabernet Sauvignon en sus mejores ejemplos ofrece todos los atributos requeridos para un gran vino de Burdeos: Color, estructura tánica, frescura y una complejidad aromática que se incrementa con el paso del tiempo. Sus pequeñas bayas de piel gruesa con una alta proporción de pulpa sobre pepitas tienen un elevado contenido fenólico. Por su largo ciclo madurativo se adapta mejor a suelos cálidos, secos y con buen drenaje.
Merlot: Es la variedad más plantada en Burdeos. Tiene un ciclo madurativo más corto que las Cabernet y se adapta a gran variedad de suelos. Los niveles de azúcar, y por lo tanto de alcohol, tienden a ser mayores que en las Cabernet. Vigorosa y productiva sobre suelos fértiles, Merlot consigue su mejor expresión en suelos con un alto contenido en arcilla o en calizas fisuradas, principalmente en Pomerol y St Emilion. El Libournais continúa siendo el reino, además de cuna, de la variedad ya que ocupa tres cuartas partes de la superficie plantada y además refuerza cada vez más su presencia en Médoc y Graves.
Cabernet Franc: También conocida como Bouchet en el Libournais. Sus principales defensores, en St Emilion y Pomerol, destacan su color, elegancia, finura y estructura, lo que les lleva a usar altas proporciones de esta variedad en sus mezclas. Con un ciclo madurativo entre Merlot y Cabernet Sauvignon precisa que se respeten los bajos rendimientos, la edad madura en las viñas y una proporción de arcilla en el suelo o subsuelo para ofrecer sus mejores resultados.
Petit Verdot: En la actualidad es una variedad marginal localizada principalmente en Médoc. De ciclo madurativo tardío, sensible al stress hídrico y difícil de cultivar, se utiliza en pequeñas cantidades en mezclas con Cabernet Sauvignon y Merlot, cuando logra alcanzar su madurez. Aporta color, taninos, acidez y aromas especiados. Se puede encontrar algunos raros ejemplos de monovarietales.
Variedades blancas
Semillon: En su momento fue la variedad más plantada en Burdeos, ahora permanece como la principal entre las blancas. Si se contienen los rendimientos es capaz de conseguir blancos secos y dulces opulentos. Es susceptible a la botrytis o podredumbre noble por lo que es la uva predilecta de Sauternes, Barzac y otras zonas de vinos licorosos. Puede usarse como monovarietal pero a menudo se mezcla con Sauvignon Blanc. Los mejores ejemplos de vino seco elaborados con esta variedad se encuentran en Graves y Pessac-Léognan.
Sauvignon Blanc: Cultivada en Entre-Deux-Mers, tiene fama de elaborar vinos fáciles de beber aunque también ofrece ejemplos de vinos de guarda más serios en Pessac-Léognan. Su calidad está fuertemente unida a la madurez. Como Semillon madura antes que las variedades tintas. Se utiliza para elaborar vinos secos aunque también puede ser de recogida tardía como en Sauternes.
Muscadelle: Codiciada por sus aromas, es una variedad prolífica y difícil de cultivar por su susceptibilidad a las enfermedades fúngicas y podredumbre gris. Sus pequeñas áreas de producción están repartidas y se usa fundamentalmente para elaborar vinos blancos dulces, aunque raramente se encuentra en los mejores Sauternes.
Si deseas saber más sobre las variedades, la geografía y los vinos de Burdeos puedes visitar su página web oficial.